¿Cómo consigue la gente información del coronavirus para mantenerse actualizada con lo que ocurre? Con una conexión a internet, una radio o una televisión, es muy sencillo saber qué se dice en canales oficiales de gobiernos, acceder a los comunicados de la Organización Mundial de la Salud, a las declaraciones de responsables políticos de primer nivel o a páginas globales de datos como Worldometers. Pero, al igual que en otras crisis pasadas, e incluso con mayor protagonismo esta vez, Twitter se ha convertido en la principal fuente a la que acudir durante la pandemia.
La cuarentena tiene muchas caras diferentes. La preocupación por los seres queridos, el teletrabajo, el tiempo para aburrirse, la vocación repostera, entregarse a los brazos de Netflix y, por supuesto, leer toda la información del coronavirus que nos llega entre manos. En eso, Twitter es el lugar al que ir. Pero, sin los filtros adecuados, también puede ser un lugar peligroso al que acudir. Estas son algunas de las principales cuestiones a tener en cuenta para desentrañar por qué la red social ha vuelto a ser el faro en estas semanas de cuarentena.
1. Fuentes fiables
Prácticamente no hay político, ministerio o periodista que no tenga una cuenta oficial en Twitter y que, durante estas semanas, esté dando información del coronavirus. Es importante saber diferenciar qué fuentes son fiables y se limitan a dar información o análisis con las que simplemente rebotan todo lo que les llega sin filtrar lo más mínimo. Además, todas las fuentes oficiales y comunicados de prensa pueden encontrarse fácilmente en los perfiles adecuados.
2. Cuidado con los bulos
Desgraciadamente, saber filtrar tiene un valor mucho más importante del que debería. Al buscar información del coronavirus en Twitter no solo hay errores e informaciones equivocadas, sino directamente perfiles que se dedican a intoxicar deliberadamente, difundiendo noticias falsas para influenciar opiniones de distintos bandos y con unos intereses detrás. Mejor identificarlas y obviar todo lo que surja de este tipo de perfiles, cuando no simplemente optar por el bloqueo.
3. Referentes autorizados
Hacer ese proceso de criba no solo debe servir para pasar de largo con los perfiles que no nos interesan, sino también para tener un listado de perfiles de veracidad contrastada y que nos ayuden a entender mejor qué está pasando. Porque, por mucho que podamos buscar todos los perfiles de organizaciones y gobiernos, y leer sus comunicados, hay gente que vive profesionalmente de recopilar toda esa información, diseminarla y ponerla en bandeja para que lectores y usuarios de las redes puedan tener todo lo que necesitan saber de manera más sencilla.
4. Lugar para el entretenimiento
En estos casos, siempre surge algún perfil que ayude a desintoxicarnos de tanta solemnidad, tanta mala noticia y tanto nerviosismo. Memes, chistes o incluso hilos y entretenimiento mucho más allá de la pandemia también se dan lugar en Twitter durante estas semanas. Muchas personas están poniendo su talento y creatividad al servicio del ocio común para que solo se aburra quien no tenga interés en buscar algo de su interés.
En temporadas informativamente convulsas, las redes sociales explotan aquello por lo que, en esencia, fueron creadas: su inmenso potencial como canal de información. En este caso, especialmente Twitter es un flujo continuo de información, algunas veces correcta y filtrada, en otras sesgada o ideologizada, incluso en ocasiones directamente falsa, por lo que el poder queda en manos del usuario.
Cuando parecía que redes como Instagram o TikTok habían adelantado por la derecha a todas las demas, un suceso de impacto en el mundo real provoca que millones de usuarios tengan que recuperar sus contraseñas y recuerden por qué se registraron en Twitter y por qué el pájaro azul es la radio del siglo XXI: información, inmediatez y altavoz. Pero solo aquellas personas que realmente busquen información, y no leer lo que otros usuarios quieran difundir, podrán comprender realmente su entorno.