Que el periodismo vive un momento delicado en España no es ninguna novedad. Hace ya más de una década que las grandes cabeceras nacionales comenzaron con un serial, hasta ahora inacabado, de EREs, despidos masivos, cierres de delegaciones y recortes en la inversión. La continua precarización del oficio obliga a buscar nuevas vías de ingresos y hasta nuevos empleos, y con esta segunda oleada ha surgido un nuevo nicho que cada vez está más poblado: los periodistas youtubers.
YouTube se ha visto, desde que explotó la profesionalización de las redes sociales, como la gallina de los huevos de oro. El cliché habla de youtubers que viven de enseñar su nuevo coche, la mansión a la que se han mudado o sus viajes alrededor del mundo, pero hay mucho más.
YouTube es una plataforma audiovisual en la que cabe absolutamente todo: es una televisión a la carta online y casi infinita, en la que cada persona puede encontrar lo que busque y cada creador hablar de lo que le interese. Canales de cocina, de fitness, de viajes, de tecnología, de ciencia, de videojuegos… Y, ahora, también con periodistas al mando.
Es un salto natural. Especialmente, para profesionales de la radio o la televisión, más acostumbrados a la comunicación oral y a las cámaras. Los periodistas pasan de trabajar para un medio a hacerlo para sí mismos: ellos mismos graban, editan y suben sus vídeos, eligen sus historias y tratan de difundirlas lo máximo posible. Y es el mercado, la audiencia y los números, quien da y quita la razón.
Las visitas se monetizan, los suscriptores atraen anunciantes y patrocinadores. El camino es largo, pero factible. Convertir YouTube en un oficio no es algo sencillo, pero tampoco imposible. Y, en vista del estado del periodismo actual, quizá las perspectivas sean mejores.
Periodistas youtubers: los que ya han dado el salto
Hasta ahora, el nicho de periodistas youtubers está principalmente ocupado, aunque no en exclusiva, por especialistas en el ámbito deportivo. Profesionales que han conseguido encontrar su nicho, atraer a un numeroso público y tener en YouTube un altavoz que los medios tradicionales, por estructura y situación actual, difícilmente podrían ofrecerles. Estos son algunos de los principales.
Rodrigo Fáez
Joven pero experimentado. Rodrigo Fáez, tras una carrera de cierta notoriedad en radio y televisión que le ha llevado a cubrir algunas de las competiciones y partidos más importantes del mundo, dio el salto a YouTube con un canal que compagina con sus coberturas para cadenas de televisión. En sus vídeos cuenta historias de fútbol, viaja a estadios extranjeros, entrevista a protagonistas del balompié y muestra esa cara B del fútbol, más social y callejera, que muchas veces no entra en las retransmisiones de 90 minutos.
Miguel Quintana
Con menos recorrido en los medios convencionales, Miguel Quintana es lo que una parte del público siempre espera del periodista deportivo que cubre el fútbol. Sus vídeos son puro análisis, táctica y, en definitiva, fútbol. Sin cuestiones polémicas, sin mirar más allá del césped, Quintana -al que sus seguidores glosan con el mote de ‘Kingtana’- desgrana minuciosamente cada aspecto del juego para sus más de 60.000 seguidores.
Julio Maldini
El caso del mítico Maldini no es precisamente el de un joven periodista que huye de la precarización del empleo y aterriza en YouTube como vía de escape. Pero él, un veterano del oficio, sí ha sabido ver el potencial de crecimiento que supone estar presente en la plataforma con su canal Mundo Maldini. Sus vídeos, de fútbol -como no podía ser de otra manera- ya han atraído a su canal a más de 300.000 suscriptores, y sus vídeos (a finales de enero de 2020) acumulan casi 35 millones de visualizaciones.
Rocío Vidal
No solo de periodismo deportivo vive el nicho del oficio en YouTube. La castellonense Rocío Vidal, conocida en la plataforma como ‘la Gata de Schrödinger’, se especializó en periodismo científico. Ahora, roza los 300.000 seguidores, y dedica su canal a la divulgación científica y a combatir con evidencia y datos las pseudociencias y bulos que se abren paso entre el público.
Luis Arturo Villar
Uno de los youtubers de habla hispana más masivos, el conocido como Luisito Comunica, también estudió Ciencias de la Comunicación. Aunque no llegó a completar la licenciatura, que cursaba en la Benemérita Universidad Autónoma de su Puebla natal (México), se abrió un canal de YouTube en el que cuenta a casi 29 millones de suscriptores sus historias a modo de pequeños reportajes-documentales, viajando por todo el mundo y descubriendo testimonios y rincones alejados de los grandes focos.
Los periodistas youtubers son todavía solo un pequeño nicho dentro de una plataforma gigantesca. Un hueco en el que poder crear historias propias, trabajar de manera independiente y atraer a un público mucho más fiel que en otros soportes.