La gastronomía vive un momento de auge, y las redes sociales son el testigo perfecto de ello. Perfiles de restaurantes llegan a tener tanta influencia como los más potentes influencers, las fotos de platos generan mucho debate y envidia y el marketing busca su hueco en este filón. Para sacar provecho del marketing gastronómico, como para preparar un buen plato, basta con seguir bien la receta. Aquí van seis de los ingredientes fundamentales.
No lo intentes solo
Recurrir al marketing gastronómico es fundamental para ayudar a un negocio del sector a despegar y potenciar su presencia en redes sociales. Pero, para ello, siempre conviene tener aliados: influencers. Una foto de una prenda de ropa o un producto puede provocar una venta y, de la misma manera, una imagen de un plato o un local puede hacer que muchas personas vayan siguiendo la recomendación. Organizar eventos, presentaciones de nuevos menús o fiestas puntuales puede ser una gran excusa para contar con ellos y conocerles, pero la mejor fórmula es que sean una visita habitual.
El producto es el protagonista
Muchos locales y negocios gastronómicos basan su presencia digital en fotos inspiracionales, de la decoración de sus establecimientos o de la vida social que tiene lugar en ellos. La variedad es básica, y todos esos elementos son también importantes, pero el producto tiene que ser el principal protagonista del marketing gastronómico. Si entramos al perfil de Instagram de un restaurante, en menos de 30 segundos debemos saber qué tipo de comida se sirve ahí y cuáles son las especialidades de la casa.
Aprovecha todo lo que internet puede darte
Internet es muy amplio y un negocio, especialmente en el ámbito gastronómico, puede hacer mucho más que tener perfiles en las redes sociales. Cada pequeño rincón del universo digital puede ser útil para promocionarnos y dar buena imagen: responder a opiniones en portales como Tripadvisor o Google Maps, aprovechar el botón de reservas de internet o tener una web atractiva (y con un motor de reservas útil) son algunas de las cosas que todo negocio debería aprovechar para maximizar el retorno de su presencia en internet.
Sé proactivo
Es posible que muchos clientes hagan consultas antes de llegar al local. Si hay opciones vegetarianas. Sin gluten. Si pueden ir con un carro de bebé. Si está abierto el próximo festivo. Las redes sociales de un local pueden convertirse en un consultorio, y es importante dar respuesta al máximo número de mensajes posibles: detrás de una respuesta puede haber un nuevo cliente, y detrás de cada mensaje no respondido una duda sin resolver que lleve a ese comensal a decantarse por otra opción. Ser proactivos, no abandonar nuestros perfiles e interactuar con el público es básico.
Haz que ir a tu local sea una experiencia (y que valga la pena compartirla)
Salir a comer fuera es algo que le gusta a prácticamente todo el mundo. Y a la mayoría de esas personas, además, les gusta compartirlo en las redes sociales. Convertir algo tan cotidiano como comer en una experiencia que merezca la pena contar es un elemento básico del marketing gastronómico. Cuidar cada detalle que recibe el cliente implica que pase un mejor momento en nuestro local y que sea más propenso a compartirlo en un tono positivo, ya sea en sus propios perfiles personales o en portales de opiniones.
Conecta las redes y la realidad
El marketing gastronómico empieza en la cocina. La presentación de los platos a los clientes también es marketing. La forma en que los camareros reciben o tratan a los comensales. Todo se recuerda y todo se comenta. Por eso es básico que las redes y la realidad estén conectadas: si un cliente nos escribe con alguna petición especial, el personal de la sala debe estar al tanto. Eso no significa que la persona que lleva las redes sociales deba vivir dentro del local, pero sí que es importante que exista una comunicación fluida entre el personal de la sala y quien se encargue de gestionar los perfiles para, en definitiva, dar un mejor servicio al cliente. Que la información fluya.