Toda estrategia de marketing digital que se precie debe tener en la página web el elemento central sobre el que todas las demás piezas deben pivotar. Los contenidos, las redes sociales, el marketing relacional e incluso toda acción de venta offline debe tener siempre en la web el sitio en el que nace y muere, el lugar en el que quienes no nos conozcan deben saber quiénes somos, a qué nos dedicamos y por qué somos buenos en ello. El diseño de webs corporativas se ha convertido en una prioridad.
Para lograr hacerlo con éxito, no solo hay que dominar la programación, la edición de sistemas como WordPress o Prestashop ni el diseño web. Todo eso son elementos que deben confluir con una identidad corporativa muy definida, con unas prioridades marcadas de antemano y con ciertas pautas que, a nivel de posicionamiento SEO y usabilidad, ayudarán a que la web funcione a todos los niveles.
Cosas que no pueden faltar en el diseño de webs corporativas
Si tu empresa ya está pensando en el diseño de webs corporativas como algo necesario, ya sea para crear por fin una página o para remodelar aquel dinosaurio heredado desde los primeros tiempos de internet, en el año 2018 ya no podemos partir de cero en todo.
Y, en ese sentido, la identidad corporativa es una base de la que toda empresa debe disponer para poder reflejarla digitalmente: un logotipo, unos colores, una tipografía o un eslogan son solo algunos de los elementos principales, con los que debería bastar para arrancar.
A partir de ahí, y entrando en el meollo de la web, ciertos factores pueden determinar si tiene éxito o no, si realmente servirá para que otras personas se interesen por nosotros y si la inversión realizada habrá valido al pena.
Mobile first
Google lo tiene muy claro. Tanto para el diseño de webs corporativas como para cualquiera que pretenda posicionarse en su buscador, el responsive no es una opción: es una obligación. El algoritmo de Google determina que la tendencia tradicional se ha invertido: ya no hay que hacer una web y adaptarla a móvil después, sino crear una web ideal para móviles y, de forma secundaria, su versión para ordenadores y tablets. Los móviles mandan.
CTAs
Seamos claros: hacemos la web para vender. Aunque la enfoquemos como una tarjeta de presentación digital, la página no es más que otra pata que sustenta la estrategia comercial de las empresas. Y, para ello, es básico que en distintos puntos de la web aparezcan llamadas a la acción: botones que permitan comprar, reservar, suscribirse o cualquier otra acción que pueda generarnos un lead. Siempre, por supuesto, cuidando los textos y mensajes.
Contacto fácil
Si queremos generar un lead, que un visitante de la web nos llame y se interese por nosotros, no escondamos la forma de hacerlo. Nuestra dirección, nuestro número de teléfono y nuestras redes sociales deben estar muy visibles y accesibles, incluso en partes de la web que permitan visualizarlos de manera fija durante toda la navegación y en todas las secciones. Que no haya que buscar de más.
Quiénes somos
Muchas personas visitarán nuestra web porque ya nos conocen y sientan curiosidad, pero otros muchos usuarios llegarán hasta ella sin conocernos: presentémonos. En la web debe reflejarse las personas que hay detrás de ella, incluso datos sobre su actividad y trayectoria que puedan reforzar la sensación de confianza que transmite la empresa en su página, especialmente para quien no la conoce.
Productos o servicios
¿Qué vendemos? ¿Qué hacemos? El teléfono no va a empezar a sonar solo y nuestra bandeja de entrada no recibirá mensajes que se interesen por nuestros productos o servicios si nadie sabe a qué nos dedicamos. No es necesario publicar una enciclopedia, basta con un resumen, breves descripciones que de manera sintética definan nuestra actividad.
Por qué eres bueno
No basta con contar nuestros productos y servicios. Principalmente, porque ahí fuera seguro que hay un montón de personas y de páginas web en las que se ofrece lo mismo. Pero seguro que contamos con algún valor diferencial, algo en lo que destaquemos y que queramos que resalte. Detectémoslo y hagamos de ello una fortaleza bien visible en la página.
Visual
Fotos, infografías, vídeos, iconos, ilustraciones… Hay multitud de recursos para que el diseño de webs corporativas resulte atractivo, y no gris y plomizo como las páginas que circulaban por internet hace unos años. Busquemos el equilibrio entre la faceta visual y llamativa y lo que queremos contar para presentarlo de la mejor manera posible.
Optimización
Ya tenemos nuestra web hecha. Fantástico. Ahora, habrá que valorar si a Google le gusta y está preparada para tener un buen posicionamiento o si, por el contrario, habrá que irse hasta la séptima página del buscador. Y nadie se va hasta la séptima página del buscador. Uno de los últimos pasos antes de la publicación de la web, e incluso después, es optimizarla por completo para reforzar su SEO: títulos, descripciones, H2, H3, el peso de las fotos, la velocidad de carga… Un mundo de parámetros por afinar.
Ten un blog…
El marketing de contenidos es básico. El copywriting nos permitirá controlar la comunicación exterior de nuestra empresa, promocionar todo aquello que nos interese y atraer a visitantes a nuestra página a través de distintos canales. Además, la creación constante de un contenido de calidad es uno de los factores a los que más importancia da Google a la hora de posicionar una web. Recuerda que el blog puede ser el embudo de conversión más efectivo para que logres vender tus productos o servicios a tus posibles clientes.
…Y actualízalo
Una web no es una meta, sino un camino. Aunque ya esté hecha y diseñada, aunque saliese del horno hace dos días, hay que alimentarla. Alimentar a la web es alimentar su posicionamiento. Para ello, además de una prácticamente obligatoria actualización periódica del blog, hay que darle vida a la página en su conjunto. Quitemos aquellos productos que ya no vendamos, incluyamos los nuevos servicios que hayamos incorporado o hagamos visible cualquier novedad que lo merezca. Es nuestra carta de presentación digital y, como tal, debe estar bien cuidada.
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