Cada temporada álgida del año tiene su propio lenguaje y vocabulario. No es lo mismo lanzar una campaña de cara a las vacaciones de verano, en Semana Santa o en San Valentín. Pero, si alguna época tiene una idiosincrasia y un idioma propio, es la Navidad. El marketing navideño suele ser, si cabe, más elaborado que el que se lleva a cabo en otros momentos del año, y muchas y muy buenas campañas pensadas para las fiestas se han ganado un hueco en la memoria de la gente.
Las campañas de marketing navideño suelen tener un componente muy marcado: el storytelling. Lanzar un mensaje implícito en la historia de unos personajes que tengan los valores que deseamos transmitir es una manera de lograr un impacto más duradero, y es algo a lo que muchos anunciantes recurren durante las fiestas navideñas: “hola, soy Edu, feliz Navidad”; “vuelve a casa por Navidad”; las historias tras el Gordo de la lotería… Y mucho más.
Pero triunfar de cara a las fiestas no es únicamente cuestión de contar historias. Se trata de lograr un impacto. Conseguir un producto redondo desde el punto de vista del marketing y la publicidad es la única manera posible de asomar la cabeza en una época en la que los anuncios y campañas son más comerciales, más agresivos y más frecuentes. Y, por tanto, la gente también es más escéptica y poco proclive a dejarse convencer.
Toca la fibra
El marketing navideño es 99% emoción y 1% razón. Esta época hace aflorar sentimientos de fraternidad, unión y familiaridad, y las campañas no pueden darle la espalda al estado de ánimo general. Es importante transmitir mensajes que vayan al hilo con la forma en la que la mayoría de las personas viven estas fechas, y esa forma no es otra que con una conjunción perfecta entre alegría, solidaridad, nostalgia y familia.
Un ejemplo perfecto de ello es la campaña que la cadena de supermercados alemana Edeka lanzó en 2015: un anciano se siente solo en estas señaladas fechas y, como única salida, finge su muerte para poder reunir a toda la familia en torno a la misma mesa.
Personas y valores, no productos y servicios
Aunque muchísimas empresas recurren a las formas más agresivas de anunciarse durante estas fechas, recurriendo a poco más que el producto y el precio, las campañas que realmente se guardan en el recuerdo de la gente son aquellas que hablan más de personas y valores de la empresa. Con el hilo de una buena historia, todo es posible.
Comprar un boleto para el Gordo de Navidad no es juego. Ganar el premio no es un pelotazo. El boleto es una forma de acercar y unir a las personas; ganar es sinónimo de compartir una alegría en muchos casos necesaria. Con el trasfondo emocional, los valores salen a relucir. Y así lo hizo la campaña de la Lotería de Navidad española en 2014.
Juega con la música
Pocas épocas tienen un carácter tan musical como la Navidad. Cantar villancicos en familia, los jingles de los anuncios y las melodías propias de esta época del año lo inundan todo. Por eso, apostar por crear una canción propia, o versionar desde un prisma navideño una ya conocida, puede ser una gran idea para meterse en la cabeza del público.
Componer es arriesgado, también probablemente caro, pero puede ser ideal para poner voz y melodía a un mensaje y unos valores. Incluso, en el mejor de los casos, podría convertirse en un auténtico himno de la Navidad. Ha habido muchos, pero pocos tan reconocibles y duraderos como las muñecas de Famosa.
La actualidad manda
La Navidad es una época llena de tradiciones y estereotipos, pero eso no implica que el marketing navideño deba ceñirse a los clichés y no pueda tocar aquello más candente en cada momento. Sin necesidad de que se convierta en un informativo ni un documental, una buena campaña puede tener un enfoque o un mensaje que haga que encaje mejor en una página de la agenda comunicativa.
Un ejemplo de ello es Campofrío. Aunque lleva pocos años lanzando su campaña navideña de forma masiva, prácticamente se ha convertido en un clásico en España. Los cómicos reunidos, la tienda de bromas… Pequeños vistazos a un espejo de la realidad social española que, para esta campaña 2019, han cristalizado en una pieza sobre otro de los temas más frecuentes: las fake news.