La comunicación estacional y especialmente la comunicación en verano tienen, por su contexto, una gran variedad de elementos que hacen que la estela del recuerdo que cada acción deja se alargue en el tiempo. Cuando una persona ve algo llamativo sobre productos con temporadas muy marcadas –igual que sucede tambíen con la Navidad–, es más probable que se almacene en su memoria como parte de los recuerdos que esa época evocan. Y eso, al igual que sucede con el turrón, sucede de igual forma con los anuncios de helados en televisión.
España, por su carácter turístico y soleado, suele relacionarse con el verano y, por extensión, con los productos clásicos de esta temporada. Los anuncios de helados son más que meras comunicaciones comerciales de productos: son la señal de que llega el tiempo de vacaciones, de descansar y de disfrutar del tiempo libre junto a un sabroso helado. Los anuncios de helados lo saben, y aprovechan su elevada capacidad para impactar en las personas con ganchos muy pegadizos. ¿Cómo olvidar los más destacados?
¡Helados para todos!
Las dudosas dotes actorales del futbolísticamente superdotado Andrés Iniesta se convirtieron en uno de los principales reclamos de los helados Kalise. El futbolista manchego pronunció una frase que a la postre pasaría al imaginario colectivo, siendo pasto de los memes, las adaptaciones bienintencionadas y los chistes mucho más allá de los propios helados: ¡Kalise para todos!
Saboreando lo bueno de la vida
La histórica heladera Miko fue quien lanzó uno de los anuncios de helados más recordados. Con un sencillo y pegadizo jingle, unos niños cantaban “Miko para ti, Miko para mí” como pistoletazo de salida al verano, dando también paso a una década de los 90 que, por aquellas fechas, comenzaba a asomarse.
Verano con la lengua fuera
Un producto de la tipología de los helados es, sin duda, el sueño de un creativo publicitario: las posibilidades son infinitas, se trata de un producto que se consume en un ambiente informal y generalmente poco encorsetado y las posibilidades comunicativas son casi ilimitadas. Avidesa, heladera valenciana que cambió de propietarios y ahora -bajo otro nombre- es el principal fabricante de helados por volumen de España, se atrevió en los 90 con un spot sugerente y conceptual, jugando en el límite de lo adulto y creando una necesidad entre sus potenciales clientes.
La fina ironía alicantina
Con un tono más cómico, otro de los anuncios de helados más recordados fue el spot ‘casero’ de Helados Alacant. La provincia de Alicante es, entre otras cosas, famosa por sus helados, y con una línea más jocosa, en apenas medio minuto el anuncio conseguía resaltar el carácter artesanal de los helados locales y presentar a la empresa de una manera divertida, familiar y desenfadada.
Helado personal e intransferible
Pedirle a una persona probar su helado puede llegar a generar una gran tensión. El calor, la sed y las ganas de disfrutar de un buen helado se satisfacen de una manera individual y privada, por lo que compartir helados está al alcance de unos niveles de generosidad complejos de encontrar. Esa línea remarcaba Magnum, hoy en día una de las marcas de helados más conocidas en España, durante su aterrizaje en el mercado nacional. Mío, solo mío.
El nacimiento de una estrella helada
Un jingle pegadizo es prácticamente garantía de éxito en un spot. Frigo así lo pensó y así lo ejecutó con el anuncio de uno de sus productos estrella, lanzado hace décadas y todavía hoy presente en los quioscos de toda España: el Calippo. Esta hipnótica canción popularizó el helado y le ayudó a convertirse no solo en uno de los más famosos del verano para sofocar el calor, sino también en una canción instalada en la memoria de millones de niños.
Jugando con los límites morales
Otro de los helados más ilustres de cada verano, el Pirulo Tropical de Miko, volvió a sacar punta a la faceta más sensual y sensorial de los helados para anunciar su mezcla de sabores. Con un atrevido mensaje -quizá complicado de replicar en 2019 por posibles susceptibilidades-, un niño ejercía de embajador playero de las delicias del Pirulo.
Helados con sabor a sensaciones
Fresa, vainilla, chocolate o nata son sabores clásicos, pero un helado puede llevarte mucho más allá. El helado no solo es una herramienta para refrescarse: es un momento íntimo y privado, una evasión del mundo, pero también un vínculo y un posible nexo entre dos personas.