Hace ya varios años que las redes sociales dejaron de ser el futuro para convertirse en una obligación para las empresas. Toda agencia de comunicación de empresas, negocios y pymes que trabaje durante el día a día el inbound marketing tiene en los perfiles corporativos de Twitter y Facebook un caladero de potenciales clientes y usuarios para sus productos, pero hay un alto riesgo de que sus mensajes tengan poco alcance, se diluyan entre un eterno muro lleno de publicaciones o se pierdan entre los posts de otras muchas marcas. Justo en el lado opuesto se unen Snapchat y marketing digital: este formato permite, durante unos segundos, captar toda la atención del usuario.
El vídeo en directo, santo y seña de Snapchat, ha sido replicado en otras aplicaciones como Facebook, Twitter o recientemente en Instagram Stories. La volatilidad del modelo Snapchat provoca en el usuario un mayor grado de atención del que presta en otras redes sociales: sabe que las imágenes desaparecerán nada más termine el vídeo, lo que subconscientemente provoca que, al menos durante unos segundos, mire fijamente la pantalla.
Es, precisamente esa atención, uno de los principales desafíos de los anunciantes en redes sociales. La creciente competencia y amplitud del mercado hacen cada vez más complicado crear un mensaje que llame la atención, que capte el interés del usuario y evite que, simplemente, siga haciendo scroll con el ratón o deslizando la pantalla hacia abajo con desidia en busca de algo que le interese en un primer golpe de vista. Muchos medios de comunicación extranjeros ya tienen una presencia importante en la aplicación, con noticias muy visuales, contenido multimedia y de lectura rápida que facilita el acceso e información a los usuarios.
Si Snapchat y marketing digital consiguen pulir estrategias y, sobre todo, captar usuarios para la aplicación, el potencial de impacto de anunciantes es inmenso. Esa atención, en el mundo de la publicidad, vale mucho dinero, y Snapchat la da de serie. Pero, además de tenerla, hay que aprovecharla. Para ello, el nivel de las creatividades irá en aumento, la realidad virtual jugará un papel importante y las retransmisiones en directo irán a la orden del día. Y, cuando ya esté la aplicación llena de anunciantes y usuarios, volverá a empezar la batalla por la notoriedad.