El panorama de las redes sociales está en constante evolución, tanto para usuarios como para empresas. Donde ayer solo había Facebook y Twitter hoy solo hay Instagram y TikTok, y es difícil saber qué habrá mañana. Pero hay un nuevo actor en el universo digital, y quiere ser protagonista: Clubhouse. Cada red social ha ido cubriendo huecos y nichos a los que no llegaban sus predecesoras, y esa es la baza con la que juegan quienes se han hecho adeptos en tan poco tiempo. Pero la pregunta es: ¿Qué es Clubhouse y cómo funciona?
Para saber qué es Clubhouse, basta con saber una de las reglas que la diferencian del resto: solo se puede acceder si alguien que ya está dentro te invita. Es una pequeña gran diferencia respecto al resto de plataformas sociales, ya que de antemano promueve una cierta exclusividad y hace de ese misterio y esa limitación una acción de marketing en sí misma.
Clubhouse, como se ha definido ya, es el Twitch del audio. La nueva radio en directo. Su funcionamiento es relativamente sencillo: hay distintas salas -llamadas clubs-, categorizadas por temas, y en ellas el usuario organizador habla en directo sobre cualquier cuestión de interés. Ya sea deportes, política, economía, tecnología… Cualquier materia posible tiene ya su club en Clubhouse, y -supuestos- expertos en ellas organizan clubes y son seguidos por usuarios para escucharles hablar sobre ello.
Los usuarios pueden utilizar la app de diferentes maneras: como una simple radio, en la que escuchan hablar en directo al organizador de la sala -también con debates a varias bandas-, o también pueden levantar la mano y, cuando se les dé el turno, participar en los clubes que les interesen.
Despegue de la mano de celebrities
Al igual que Twitter se hizo famosa gracias a actores y actrices de Hollywood que tuiteaban desde el coche cuando se aburrían en los kilométricos atascos de las autopistas de Los Angeles, Clubhouse se ha lanzado al estrellato gracias a caras conocidas -en este caso, voces- que han comenzado a hablar de diferentes temas a través de salas de esta nueva y privada red social.
Sobre todo, se ha puesto de moda entre las altas esferas estadounidenses: Elon Musk y Mark Zuckerberg organizan salas de tanto en tanto, así como estrellas de cine como Ashton Kutcher y Jared Leto, ilustres de la música como Wiz Khalifa y Drake o la todopoderosa Oprah Winfrey. Su gancho es sencillo: personajes carismáticos que dan íntimas charlas en directo, a las que se les puede hacer preguntas en vivo y con las que pasar un rato de manera digital.
Un cohete en el mercado
“Cuando veas a tus hijos obsesionados con algo, pon tu dinero en ello”. Esta clásica máxima de inversores se repite con Clubhouse, sobre todo gracias a un despegue efervescente que ha sorprendido hasta a los más viejos del panorama startupero: ha recibido la valoración de start-up Unicornio (al mismo nivel que Uber y Airbnb en su día) y su valoración ha pasado de 10 millones de dólares en diciembre a 1000 millones a finales de febrero. Visto y no visto.
Para ponerla en contexto, sobre todo de cara a su proyección futura, cabe decir que en estos mismos meses ha pasado de unos miles de usuarios registrados a ya más de 3 millones… Pero todavía muy lejos de gigantes ya asentados como TikTok (800 millones de usuarios activos al mes) o Instagram (más de 1000 millones. Además, hay un dudoso honor que ha hecho que ya se siente en la mesa de los gigantes del panorama digital: el Gobierno chino ha prohibido Clubhouse en su territorio, ya que era imposible controlar la difusión de mensajes políticos que están censurados por el régimen.
¿Te interesa Clubhouse? Puede ser un gran pasatiempos para informarte de cuestiones relevantes gracias a personas interesantes y entendidas, pero también un paso adelante en tu comunicación corporativa si quieres apostar por la innovación y por abrir camino en un terreno inexplorado. Sea como sea, deberás empezar de la única manera posible: buscando a alguien que ya esté dentro y pidiéndole que te mande una invitación.